domingo, 8 de septiembre de 2013

(Crisálida) Capitulo dos: Caer en la locura

Hola caminantes!!
Estoy bastante emocionada por que ha habido mucha gente que me ha dado un gran apoyo y por ello les agradezco a todos mucho, especialmente a Milagro Gabriel y a Elonoe!!
Y también muchas gracias a yari-chan por el primer comentario ^///^!!

Pero a lo que venia es...¡¡aquí esta el segundo capitulo de Crisálida ! El titulo se me ocurrió medio colgando de una roca en un barranco mientras pensaba que en mi pueblo de 18 habitantes solo hay personas seniles y gatos demasiados engreídos  Si no me creéis este es mi pueblo:


Bueno, sin mas, disfrutad del segundo capitulo:

CAPITULO DOS: CAER EN LA LOCURA.

Víctor

Blanda.
Su cuerpo estaba en una superficie blanda, no tanto como la de su cama pero lo suficiente para estar cómodo. Eso es lo primero de lo que se percato Tai tras salir de la inconsciencia, no abrió los ojos y relajo su cuerpo. No podía bajar su guardia, no había pasado mucho tiempo desde que lo apalearon en el patio trasero de la escuela, Tai lo podía corroborar gracias a los agudos dolores de su espalda y antebrazos, sin embargo no estaba en el suelo, para empezar, y tampoco podía sentir el frio de la calle o el ruido de las clases. Es posible que los matones lo habrían llevado a uno de los cobertizos para luego seguir jugando con él pues hasta él reconocía que había durado poco en ese enfrentamiento. Tai se estaba preguntando cuando tiempo tendría antes de que a los gamberros se les acabara la paciencia. No importaba, iba a aprovechar al máximo su tiempo en relajar sus músculos y descansar algo, pero cuando mas tiempo pasaba y cuando mas se alargaba el silencio mas inquieto se sentía Tai. Ese silencio no era normal, siempre había ruido y bullicio alrededor de los chicos y normalmente estaba acompañado de algún puntapié, Tai lo sabia por experiencia propia.
-¿Quieres abrir los ojos de una vez? Se que llevas despierto mas de cinco minutos- Una vos gruño a su izquierda.
Tai abrió de inmediato los ojos, medio sorprendido, medio nervioso, esta voz no pertenecía a ninguno de los matones, es mas, era la primera vez que oía una voz tan profunda...y irritada. Con cautela volvió la cabeza hacia el dueño de la voz, al momento de verlo un escalofrió le recorrió la columna vertebral al mismo tiempo que soltaba un respingo. El chaval sentado en una incomoda silla de enfermería, donde se encontraban pensó vagamente Tai, era de su mismo curso y tenia la misma popularidad que él, sin embargo el rubio tenia verdaderas razones para ser mantenido a distancia. Sus ojos azul cielo se clavaban en Tai con tal fuerza que lo empujaba hacia atrás, eso combinado con sus 1, 87 m de cuerpo ejercitado le daba un aura tan salvaje y peligrosa hasta decir basta. Hechizado por la fuerza desagradable de estos ojos Tai no registro las palabras que salieron de su boca, nadie podía culparle, era un solitario y podía contar con los dedos de una mano las personas que se dirigían directamente a él, la cortesía no era lo suyo.
-Deja de mirarme troglodita, tu aura es tan incomoda que llega a ser desagradable- y para enfatizar sus palabras sacudió su mano a la vez que se incorporaba en la cama de la enfermería.
Al no obtener respuesta, Tai se permitió un rápido barrido de la enfermería mientras se daba cuenta de que, irónicamente, nunca se le había pasado por la cabeza que alguien podría ayudarle.
Al notar aun la pesada y agobiante mirada del otro joven en su nuca, se volvió irritado y exclamo un poco mas alto.
-¡¿Que parte de “no me mires” no entiendes!?
-No puedo hacer nada, es mi mirada, nací con ello- respondió calmadamente el rubio.
Tai, al acabar de analizar la situación se volvió hacia el rubio cruzándose de piernas y le replico.
-¿También naciste con tortícolis1?-Tai no esperaba que el otro supiera que era tortícolis sin embargo el ceño del rubio se profundizo y exclamo en voz baja.
-¿Acaso pretendes que te hable mirando para otro lado? Eso es muy descortés y mas cuando se lo dices a tu salvador.
Tai bufo girando los ojos -Ni que lo hubieras hechos por caridad o empatía. Quieres algo, así que dejémonos de rodeos, dime que es lo que quieres y dejame marchar- dijo sin apartar los ojos del rubio. Iba a ponerse de pie cuando algo pesado aterrizo en su regazo. El ceño de Tai se profundizo aun mas y no se habría sorprendido si su aura fuese en esos momentos aun mas oscura que la del ojiceleste. Levanto a “Crisálida” y con un tono neutro que no reflejaba el odio que había en su inerior dijo.
-¿Quieres esto? Tomalo.-Coloco el libro en el regazo del rubio y se puso rápidamente en pie buscando la forma de evitar la conversación que seguramente el otro comenzaría.- espero que no nos volvamos a ver.
Localizo su mochila al lado de la puerta y sorprendentemente no estaba rota, apuro mas el paso cuando el otro se levanto de golpe, prácticamente salto hacia la puerta pero el rubio fue mas rápido y agarro el brazo de Tai con tanta fuerza que considero gritar.
-¡No puedes darme eso! ¡Si me lo das estaré condenado!
-Poco me importa- respondió con rapidez Tai mientras abría la puerta de la enfermería, sin embargo el fuerte agarre del rubio le impedía traspasar el umbral.
-¡Debería importarte! ¡Nadie va tan campechano por allí teniendo un libro de las condenadas mariposas!
La ultima palabra detuvo unos segundos a Tai el cual se volvió como pudo teniendo en cuenta que la garra en su brazo era inamovible.
-¿Tu conoces a mi hermano? ¿o te ha pagado?
-¿Tienes hermano? ¿Es el que te ha dado eso?¿Sabes acaso que es eso?- Contraataco el otro con ansiedad y seriedad.
La tensión entre ambos subía a cada segundo, la urgencia y el leve pánico que Tai percibía en el rubio solo lo ponía mas ansioso y irritable.
Suéltame!
-¡Antes respondeme!
-¡Sí, tengo un hermano!, ¡Sí, me lo ha dado! ¡Y eso es un viejo libro que solo puede servir como sujetapapeles o como ladrillo!
-¿Que? Vale, hay una historia detrás de eso. Necesitamos hablar así que calmate.
Quizás me podría calmar si tu me soltases de una vez y dejaras de chillarme!-Exclamo Tai prácticamente gritando mientras se inclinaba aun mas hacia atrás tratando de soltar el agarre del rubio cuya presencia oscura y nerviosa lo envolvía ahogándolo.
-!Salvador mi culo!¡Estas siendo peor que ellos!
Ni Tai ni el rubio se percataron del estudiante que los miraba con el terror pintado en su rostro y una arrugada hoja entre sus temblorosas manos.
-V-Victor, el profesor te llama- murmuro con voz chillona el estudiante pero sus palabras eran fácilmente ahogadas por los gritos de ambos chicos, el estudiante dio un paso atrás intentando evitar el tenso ambiente. Trago saliva sonoramente y cerrando los ojos grito.
Víctor!
-¡¿QUE!?- el grito, junto a las dos desquiciadas miradas de Tai y el rubio, fueron demasiado para el estudiante que puso pies en polvorosa y desapareció en cuestión de segundos con un leve lloriqueo.
Tai aprovecho la distracción y se libero con un fuerte tirón aunque no dudaba de que iba a tener impreso en el brazo hasta las huellas de los dedos del rubio, unos cuantos días. Se alejo rápidamente justo al mismo tiempo que sonaba el timbre del segundo periodo. Antes de entrar en el pasillo que empezaba a llenarse de estudiantes se volvió por ultima vez hacia el rubio que no se había movido de su sitio, claramente cabreado.
-Lo siento Víctor, pero alguien que dice ser una mariposa solo es un loco.
Tai desapareció entre la marea de estudiantes sin oír la replica que seguramente lanzo Víctor.
Él ,su hermano y el libro podían irse al diablo.
**********
En cuando las clases se terminaron Tai no perdió tiempo y echándose su mochila al hombro camino en dirección contraria a sus compañeros de clase los cuales se reunían alrededor del profesor charlando animadamente sobre los planes para el verano. No había dado ni un paso fuera de su aula cuando lo sintió, supo sin verlo que Víctor estaba allí, su presencia era tangible y se envolvía alrededor de el como una capa invisible.
-Antes que nada, voy a comer...y después te escuchare- dijo calmadamente y con cansancio, sabia que aquel libro había trastornado a Víctor y que este no lo iba a dejar en paz hasta que se sentara a escuchar sus locas historias. Sin embargo no se iba a dejar guiar por el alto rubio, de eso nada, podía ser un inepto social y un debilucho pero no tenia nada de pasivo y estaba muy enfadado. Si Víctor quería que le hiciera caso tendría que esperar.
Siguió caminando con aplomo sin mirar hacia atrás. Continuo de esta forma hasta llegar a un supermercado donde compro lo necesario para una cena,claro que esta vez, por primera vez en su vida, compro cantidades para dos personas. Secretamente estaba algo animado y curioso de compartir una comida con otro ser humano incluso si es uno con una presencia fuerte como la que tenia pegada en la espalda. Una leve sonrisa se asomo por sus labios al darse cuenta de que podía saber la localización exacta de Víctor sin mirarlo y en el poco tiempo que habían pasado juntos Tai sabia que a Víctor le enfurecía esa actitud indiferente.
Cuando estaba pasando la comida por la caja Víctor se le adelanto y extendió una tarjeta de crédito a la cajera. Tai al ver que el rubio pretendía pagar abrió ofendido la boca pero el otro fue mas rápido.
-Solo dejame hacerlo, por la cantidad parece ser que comeré contigo y no me gusta deber favores. Yo pago, tu cocinas ¿Ok?
Tai arqueo una ceja cerrando la boca, por incomodo que fuese eso podía entender el argumento del rubio, si su situación fuese la contraria Tai habría dicho lo mismo. Por eso, sin responder, guardo la comida en dos bolsas de plástico y cargo con una dirigiéndose a la salida, logrando así sacar un gruñido de frustración de Víctor. Tai volvió a sonreír, eso era un poco divertido.
No tardaron en llegar a su casa donde se dirigió directamente a la cocina dejando la bolsa. Víctor dejo la suya en la encimera, al lado de fregadero y allí encontró algo interesante. Con ironía en su voz levanto el cepillo de dientes olvidado por Tai en la mañana y dijo.
-¿No me digas que el rosa es tu color favorito?
Tai le echo un rápido vistazo mientras sacaba los utensilios de cocina y le respondió.
-Pues si, el rosa claro es uno de mis colores favoritos- sonrió ante la mirada derrotada de Víctor y arrebatandole el cepillo rosa dijo -Siéntate en el comedor o en el sofá, donde mas te guste. Voy a cocinar, pasame el delantal detrás tuyo.
-¿Puedo ayudarte con algo?-le pregunto Víctor mientras hacia lo ordenado. La ceja derecha de Tai se alzo -...bueno, de acuerdo “señor sin modales, me iré al salón.
Tai se permitió una leve risita mientras Víctor salia con renuencia de la cocina, en ese momento cayo que en algún momento a lo largo del camino se había relajado y su mal humor se había disipado mucho e incluso había llegado a reír un par de veces. Sin embargo con ese pensamiento Tai recordó el motivo de la visita de Víctor y el mal humor volvió.
Antes de que se diera cuenta ya había acabado la cena, una sencilla ensalada y dos jugosos filetes de vacuno. El estomago le rugió con aun mas fuerza recordandole que no había comido nada desde ayer a excepción de un chicle y un refresco en la cafetería. De este modo se apresuro en poner la mesa de la cocina mientras llamaba a voces a Víctor.
-¡Finalmente hablas! ¡Si no fuera por los gritos de esta mañana pensaría que eres extremadamente tímido!- exclamo irónico Víctor entrando en la cocina. El olor de la comida llego a sus fosas nasales y un sonoro gruñido se escucho por toda la cocina.
Tai no pudo evitarlo, se echo a reír y su risa se hizo mas aguda cuando vio como las orejas y nariz de Víctor enrojecían de vergüenza. En medio de las risas se dio cuenta de que la dureza y frialdad de los ojos de Víctor habían desaparecido siendo sustituidos por un brillo de vergüenza.
-Me salte la comida ¿Vale? Y fue culpa tuya- murmuro Víctor.
Tai sacudió la cabeza mientras aspiraba grandes bocanadas de aire, se sentó de forma desparramada en la silla.
-Solo comamos, yo también me salte la comida.
Después de aquello no se dijo palabra alguna y la comida desapareció en minutos por la boca de dos hambrientos chicos en crecimiento. El pelinegro se reclino en la silla con un suspiro de satisfacción, la cual le duro segundos pues cuando clavo sus ojos en Víctor estos ya no eran solo duros y fríos sino que ademas estaban serios, muy serios.
-Me lo prometiste Tai.
El susodicho se sobresalto un poco, no por la templanza en la voz de Víctor sino por que por primera vez su nombre salia de entre sus labios. Al ver la seriedad de Víctor no tuvo la crueldad de burlarse y solo asintió.
Víctor se inclino sobre la mesa y cruzándose de brazos dijo.
-Me dijiste antes que una persona que decía que las mariposas son personas estaba loca ¿ no?
-Así es- respondió bruscamente Tai enderezándose, tenia un presentimiento de que las siguientes palabras no le gustarían nada.
-Entonces si te demostrara que hay personas que pueden trasformarse en mariposas y en otros animales ¿Caerías con nosotros en la locura?.


5 comentarios:

  1. Hola, me encanto este capítulo. Estoy ansiosa por el siguiente capítulo, como tomara Tai lo que Victor le va a contar y le mostrará? Gracias por un nuevo capítulo, linda semana!!!

    Besos y abrazos

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  2. PUUCHA-.......ME QUEDE CON GUSTO A POCO..EN FIN TENDRÉ QUE HACERME DE PACIENCIA HASTA QUE DEJES CAER OTRO DE TUS CAPÍTULOS....AJAJAJJA!...QUE PESADA...ME GUSTO MUCHO ..CADA VEZ TE SUMERGES MAS Y MAS EN LA TRAMA... REALMENTE ESTA MUY BUENA...IGUAL SEGUIRÉ PEGADA PARA PODER LEER MAS DE TU LIBRO...CON CARIÑO...Y MUCHOS ÁNIMOS...XAU..

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  3. me gusto mucho el primer capitulo y el segundo , tambien espero pronto el tercero , GRACIAS por la historia atth prisci

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  4. Fina. Hola Kayku, felicitaciones por la portada esta genial, mil gracias por tu trabajo, por compartir, me encanto este capitulo, espero ansiosa el proximo, un millon de gracias por los mangas estan super buenos, besos, chao

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  5. Fina. Hola Kayku, felicitaciones por la portada esta muy buena, besos. Me encanto este capitulo, lo encuentro refrescante te habla de otra forma en la que pueden cambiar(mariposas), espero ansiosa los proximos capitulos; un millon de gracias por los mangas estan super buenos, que todos pasen una linda semana, besos, chao

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