Estoy bastante emocionada por que ha habido mucha gente que me ha dado un gran apoyo y por ello les agradezco a todos mucho, especialmente a Milagro Gabriel y a Elonoe!!
Y también muchas gracias a yari-chan por el primer comentario ^///^!!
Pero a lo que venia es...¡¡aquí esta el segundo capitulo de Crisálida ! El titulo se me ocurrió medio colgando de una roca en un barranco mientras pensaba que en mi pueblo de 18 habitantes solo hay personas seniles y gatos demasiados engreídos Si no me creéis este es mi pueblo:
Bueno, sin mas, disfrutad del segundo capitulo:
Blanda.
Su cuerpo estaba en una superficie blanda, no tanto como la de su cama pero lo suficiente para estar cómodo. Eso es lo primero de lo que se percato Tai tras salir de la inconsciencia, no abrió los ojos y relajo su cuerpo. No podía bajar su guardia, no había pasado mucho tiempo desde que lo apalearon en el patio trasero de la escuela, Tai lo podía corroborar gracias a los agudos dolores de su espalda y antebrazos, sin embargo no estaba en el suelo, para empezar, y tampoco podía sentir el frio de la calle o el ruido de las clases. Es posible que los matones lo habrían llevado a uno de los cobertizos para luego seguir jugando con él pues hasta él reconocía que había durado poco en ese enfrentamiento. Tai se estaba preguntando cuando tiempo tendría antes de que a los gamberros se les acabara la paciencia. No importaba, iba a aprovechar al máximo su tiempo en relajar sus músculos y descansar algo, pero cuando mas tiempo pasaba y cuando mas se alargaba el silencio mas inquieto se sentía Tai. Ese silencio no era normal, siempre había ruido y bullicio alrededor de los chicos y normalmente estaba acompañado de algún puntapié, Tai lo sabia por experiencia propia.
Su cuerpo estaba en una superficie blanda, no tanto como la de su cama pero lo suficiente para estar cómodo. Eso es lo primero de lo que se percato Tai tras salir de la inconsciencia, no abrió los ojos y relajo su cuerpo. No podía bajar su guardia, no había pasado mucho tiempo desde que lo apalearon en el patio trasero de la escuela, Tai lo podía corroborar gracias a los agudos dolores de su espalda y antebrazos, sin embargo no estaba en el suelo, para empezar, y tampoco podía sentir el frio de la calle o el ruido de las clases. Es posible que los matones lo habrían llevado a uno de los cobertizos para luego seguir jugando con él pues hasta él reconocía que había durado poco en ese enfrentamiento. Tai se estaba preguntando cuando tiempo tendría antes de que a los gamberros se les acabara la paciencia. No importaba, iba a aprovechar al máximo su tiempo en relajar sus músculos y descansar algo, pero cuando mas tiempo pasaba y cuando mas se alargaba el silencio mas inquieto se sentía Tai. Ese silencio no era normal, siempre había ruido y bullicio alrededor de los chicos y normalmente estaba acompañado de algún puntapié, Tai lo sabia por experiencia propia.
-¿Quieres
abrir los ojos de una vez? Se que llevas despierto mas de cinco
minutos- Una vos gruño a su izquierda.
Tai
abrió
de inmediato los ojos, medio sorprendido, medio nervioso, esta voz no
pertenecía
a ninguno de los matones, es mas, era la primera vez que oía
una voz tan profunda...y irritada. Con cautela volvió
la cabeza hacia el dueño de la voz, al momento de verlo un
escalofrió
le recorrió
la columna vertebral
al mismo tiempo que soltaba un respingo. El chaval sentado en una
incomoda silla de enfermería,
donde se encontraban pensó
vagamente Tai, era de su mismo curso y tenia la misma popularidad que
él,
sin embargo el
rubio tenia
verdaderas razones para ser mantenido a distancia. Sus ojos azul
cielo se clavaban en Tai con tal fuerza que lo empujaba hacia atrás,
eso combinado con sus 1, 87 m de cuerpo ejercitado le daba un aura
tan salvaje y peligrosa hasta decir basta. Hechizado por la fuerza
desagradable de estos ojos Tai no registro las palabras que salieron
de su boca, nadie podía
culparle, era
un solitario y podía
contar con los dedos de una mano las personas que se dirigían
directamente
a él,
la cortesía
no era lo suyo.
-Deja
de mirarme troglodita,
tu aura es tan incomoda que llega a ser desagradable- y para
enfatizar sus palabras sacudió
su mano a la vez que se incorporaba
en la cama de la enfermería.
Al
no obtener respuesta, Tai se permitió
un rápido
barrido de la enfermería
mientras se daba cuenta de que, irónicamente,
nunca se le había
pasado por la cabeza que alguien podría
ayudarle.
Al
notar aun la pesada y agobiante mirada del otro joven en su nuca, se
volvió
irritado y exclamo un poco mas alto.
-¡¿Que
parte de “no me mires” no entiendes!?
-No
puedo hacer nada, es mi mirada, nací con ello- respondió
calmadamente el rubio.
Tai,
al acabar de analizar la situación
se volvió
hacia el rubio cruzándose
de piernas y le replico.
-¿También
naciste con tortícolis1?-Tai
no esperaba que el otro supiera que era tortícolis
sin embargo el ceño del rubio se profundizo y exclamo en voz baja.
-¿Acaso
pretendes que te hable mirando para otro lado? Eso es muy descortés
y mas cuando se lo dices a tu salvador.
Tai
bufo girando los ojos -Ni que lo hubieras hechos por caridad o
empatía. Quieres algo, así
que dejémonos
de rodeos, dime que es lo que quieres y dejame marchar- dijo sin
apartar los ojos del rubio. Iba a ponerse de pie cuando algo pesado
aterrizo en su regazo. El ceño de Tai se profundizo aun mas y no se
habría
sorprendido si su aura fuese en esos momentos aun mas oscura que la
del ojiceleste. Levanto a “Crisálida”
y con un tono neutro que no reflejaba el odio que había
en su inerior dijo.
-¿Quieres
esto? Tomalo.-Coloco el libro en el regazo del
rubio y se puso rápidamente
en pie buscando la forma de evitar la conversación
que seguramente el otro comenzaría.-
espero que no nos volvamos a ver.
Localizo
su mochila al lado de la puerta y sorprendentemente no estaba rota,
apuro mas el paso cuando el otro se levanto de golpe, prácticamente
salto hacia la puerta pero el rubio fue mas rápido
y agarro el brazo de Tai con tanta fuerza que considero gritar.
-¡No
puedes darme eso! ¡Si me lo das estaré
condenado!
-Poco
me importa- respondió
con rapidez
Tai mientras abría
la puerta de la enfermería,
sin embargo el fuerte agarre del rubio le impedía
traspasar el umbral.
-¡Debería
importarte! ¡Nadie va tan campechano por allí teniendo un libro de
las condenadas mariposas!
La
ultima palabra detuvo unos segundos a Tai el cual se volvió
como pudo teniendo en cuenta que la garra en su brazo era inamovible.
-¿Tu
conoces a mi hermano? ¿o te ha pagado?
-¿Tienes
hermano? ¿Es el que te ha dado eso?¿Sabes acaso que es eso?-
Contraataco el otro con ansiedad y seriedad.
La
tensión
entre ambos subía
a cada segundo, la urgencia y el leve pánico
que Tai percibía
en el rubio solo lo ponía
mas ansioso
y irritable.
-¡Suéltame!
-¡Antes
respondeme!
-¡Sí,
tengo un hermano!, ¡Sí, me lo ha dado! ¡Y eso es un viejo libro
que solo puede servir como sujetapapeles o como ladrillo!
-¿Que?
Vale, hay una historia detrás
de eso. Necesitamos hablar así
que calmate.
-¡Quizás
me podría
calmar si tu me soltases de una vez y dejaras de chillarme!-Exclamo
Tai
prácticamente
gritando mientras se inclinaba aun mas hacia atrás tratando de
soltar el agarre del rubio cuya
presencia oscura y nerviosa lo envolvía
ahogándolo.
-!Salvador
mi culo!¡Estas siendo peor que ellos!
Ni
Tai ni el rubio se percataron
del estudiante que los miraba con el terror pintado en su rostro y
una arrugada hoja entre sus temblorosas manos.
-V-Victor,
el profesor te llama- murmuro con voz chillona el estudiante pero sus
palabras eran fácilmente
ahogadas por los gritos de ambos chicos, el estudiante dio un paso
atrás intentando
evitar el tenso ambiente. Trago saliva sonoramente y cerrando los
ojos grito.
-¡Víctor!
-¡¿QUE!?-
el grito, junto a las dos desquiciadas miradas de Tai y el rubio,
fueron demasiado para el estudiante que puso pies en polvorosa y
desapareció en cuestión de segundos con un leve lloriqueo.
Tai
aprovecho la distracción
y se libero con un fuerte tirón
aunque no dudaba de que iba a tener impreso en
el brazo
hasta las huellas de los dedos del rubio, unos cuantos días.
Se alejo rápidamente
justo al mismo tiempo que sonaba el timbre del segundo periodo. Antes
de entrar en el pasillo que empezaba a llenarse de estudiantes se
volvió
por ultima vez hacia el rubio que no se había
movido de su sitio, claramente cabreado.
-Lo
siento Víctor,
pero alguien que dice ser una mariposa solo es un loco.
Tai
desapareció
entre la marea de estudiantes sin oír
la replica que seguramente lanzo Víctor.
Él
,su hermano y el libro podían irse al diablo.
**********
En
cuando las clases se terminaron Tai no perdió
tiempo y echándose
su mochila al hombro camino en dirección
contraria a sus compañeros de clase los
cuales se
reunían
alrededor
del profesor charlando animadamente sobre los planes para el verano.
No había
dado ni un paso fuera de su aula cuando lo sintió,
supo sin verlo que Víctor
estaba allí,
su presencia era tangible y se envolvía
alrededor
de el como una capa invisible.
-Antes
que nada, voy a comer...y después
te escuchare- dijo calmadamente y con cansancio, sabia que aquel
libro
había
trastornado
a Víctor
y que este no lo iba a dejar en paz hasta que se sentara a escuchar
sus locas historias. Sin embargo no se iba a dejar guiar por el alto
rubio, de eso nada, podía
ser un inepto social y un debilucho pero no tenia nada de pasivo y
estaba muy enfadado. Si Víctor
quería
que le hiciera caso tendría
que esperar.
Siguió
caminando con aplomo sin mirar hacia atrás. Continuo de esta forma
hasta llegar a
un supermercado donde compro lo necesario para una cena,claro que
esta vez, por primera vez en su vida, compro cantidades para dos
personas. Secretamente
estaba algo animado y curioso de compartir una comida con otro ser
humano incluso si es uno con una presencia fuerte como la que tenia
pegada en la espalda. Una leve sonrisa se asomo por sus labios al
darse cuenta
de que podía saber la localización exacta de Víctor
sin mirarlo y en el poco tiempo que habían
pasado juntos Tai sabia que a Víctor
le enfurecía
esa actitud
indiferente.
Cuando
estaba pasando la comida por la caja Víctor
se le adelanto y extendió
una tarjeta de crédito
a la cajera. Tai al ver que el rubio pretendía
pagar abrió
ofendido la boca pero el
otro fue mas
rápido.
-Solo
dejame hacerlo, por la cantidad parece ser que comeré
contigo y no me gusta deber favores. Yo pago, tu cocinas ¿Ok?
Tai
arqueo una ceja cerrando la boca, por incomodo que fuese
eso podía
entender el argumento del rubio, si su situación
fuese la contraria Tai habría
dicho lo mismo. Por eso, sin responder, guardo la comida en dos
bolsas de plástico
y cargo con una dirigiéndose
a la salida, logrando así
sacar un gruñido de frustración
de Víctor.
Tai volvió
a sonreír,
eso era un poco divertido.
No
tardaron en llegar a su casa donde se dirigió
directamente a la cocina dejando la bolsa. Víctor
dejo la suya en la encimera,
al lado de fregadero y allí
encontró
algo interesante. Con ironía
en su voz levanto el cepillo de dientes olvidado por Tai en la mañana
y dijo.
-¿No
me digas
que el rosa es tu color favorito?
Tai
le echo un rápido
vistazo mientras sacaba los utensilios
de cocina y le respondió.
-Pues
si, el rosa claro es uno de mis colores favoritos-
sonrió
ante la mirada derrotada de Víctor
y arrebatandole el cepillo rosa dijo
-Siéntate en
el comedor o en el sofá,
donde mas te guste.
Voy a
cocinar, pasame el delantal detrás
tuyo.
-¿Puedo
ayudarte con algo?-le pregunto Víctor
mientras hacia lo ordenado. La ceja derecha de Tai se alzo -...bueno,
de acuerdo “señor sin modales”,
me iré
al salón.
Tai
se permitió
una leve risita mientras Víctor
salia con renuencia de la cocina, en ese momento cayo que en algún
momento a lo largo del camino se había
relajado y su mal humor se había
disipado mucho e incluso había
llegado a reír
un par de veces. Sin embargo con ese pensamiento Tai recordó
el motivo de la visita de Víctor
y el mal humor volvió.
Antes
de que se diera cuenta ya había
acabado la cena, una sencilla ensalada y dos jugosos filetes de
vacuno. El estomago le rugió
con aun mas fuerza recordandole
que no había
comido nada desde ayer a excepción de un chicle y un refresco en la
cafetería.
De este modo se apresuro en poner la mesa de la cocina mientras
llamaba a voces a Víctor.
-¡Finalmente
hablas! ¡Si no fuera por los gritos de esta mañana pensaría
que eres extremadamente tímido!-
exclamo irónico
Víctor
entrando en la cocina. El
olor de la comida llego a sus fosas nasales y un sonoro gruñido se
escucho por toda la cocina.
Tai
no pudo evitarlo, se echo a reír
y su risa se hizo mas aguda cuando vio como las orejas y nariz de
Víctor
enrojecían
de vergüenza. En medio de las risas se dio cuenta de que la dureza y
frialdad de los ojos de Víctor
habían
desaparecido siendo sustituidos por un brillo de vergüenza.
-Me
salte la comida ¿Vale? Y fue culpa tuya- murmuro Víctor.
Tai
sacudió
la cabeza mientras aspiraba grandes bocanadas de aire, se sentó
de forma desparramada
en la silla.
-Solo
comamos, yo también
me salte la comida.
Después
de aquello no se dijo palabra alguna y la comida desapareció
en minutos por la boca de dos hambrientos chicos en crecimiento. El
pelinegro se reclino en la silla con un suspiro de satisfacción,
la cual le duro segundos pues cuando clavo sus ojos en Víctor
estos ya no eran solo duros y fríos
sino que ademas estaban serios, muy serios.
-Me
lo prometiste Tai.
El
susodicho
se sobresalto un poco, no por la templanza
en la voz de Víctor
sino por que por primera vez su nombre salia de entre sus labios. Al
ver la seriedad de Víctor
no tuvo la crueldad de burlarse y solo asintió.
Víctor
se inclino sobre la mesa y cruzándose
de brazos dijo.
-Me
dijiste antes que una persona que decía
que las mariposas son personas estaba loca ¿ no?
-Así
es- respondió
bruscamente Tai enderezándose,
tenia un presentimiento de que las siguientes palabras no le
gustarían
nada.
-Entonces
si te demostrara que hay personas que pueden trasformarse en
mariposas y en otros animales ¿Caerías con nosotros en la locura?.
Hola, me encanto este capítulo. Estoy ansiosa por el siguiente capítulo, como tomara Tai lo que Victor le va a contar y le mostrará? Gracias por un nuevo capítulo, linda semana!!!
ResponderEliminarBesos y abrazos
PUUCHA-.......ME QUEDE CON GUSTO A POCO..EN FIN TENDRÉ QUE HACERME DE PACIENCIA HASTA QUE DEJES CAER OTRO DE TUS CAPÍTULOS....AJAJAJJA!...QUE PESADA...ME GUSTO MUCHO ..CADA VEZ TE SUMERGES MAS Y MAS EN LA TRAMA... REALMENTE ESTA MUY BUENA...IGUAL SEGUIRÉ PEGADA PARA PODER LEER MAS DE TU LIBRO...CON CARIÑO...Y MUCHOS ÁNIMOS...XAU..
ResponderEliminarme gusto mucho el primer capitulo y el segundo , tambien espero pronto el tercero , GRACIAS por la historia atth prisci
ResponderEliminarFina. Hola Kayku, felicitaciones por la portada esta genial, mil gracias por tu trabajo, por compartir, me encanto este capitulo, espero ansiosa el proximo, un millon de gracias por los mangas estan super buenos, besos, chao
ResponderEliminarFina. Hola Kayku, felicitaciones por la portada esta muy buena, besos. Me encanto este capitulo, lo encuentro refrescante te habla de otra forma en la que pueden cambiar(mariposas), espero ansiosa los proximos capitulos; un millon de gracias por los mangas estan super buenos, que todos pasen una linda semana, besos, chao
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