domingo, 22 de septiembre de 2013

(Crisálida) CAPITULO SEIS: LA AYUDA DE LOS FELINOS

¡Hola caminantes!!
Finalmente termine mis exámenes y ya me integre en mi residencia, la gente es muy maja y amable y ¡la habitación es enorme! XD estoy feliz y que mejor manera de celebrarlo que subiendo otro cap de "Crisálida"? ;)
Espero que lo disfrutéis y comentéis ^w^



CAPITULO SEIS: LA AYUDA DE LOS FELINOS

Familia de félidos


No sabia que hacer. Víctor atrajo aun mas cerca de su cuerpo a Tai que envuelto en su abrigo de plumas negras y con una enorme mochila al hombro intentaba mantener el paso del nervioso cambiaformas ave.
-¡Víctor! ¡Me haces daño!
El otro se detuvo y lanzando una mirada de disculpa en dirección de Tai aflojo su agarre pero no lo aparto de su cuerpo, el calor del pelinegro en su costado lo mantenía mas tranquilo. De nuevo echo a andar, esta vez con zancadas mas cortas para que Tai estuviera a su altura, pensando en un sitio para esconderse, un sitio donde su jefe y las aves no los encontrasen. Un sitio lo suficientemente cercano pero que crease cierta repulsión a los de su gente. Y uno llego a su mente, había un sitio. Pero era uno que hacia que los pelos de Víctor se erizaran con repugnancia.
Echo un vistazo a Tai, aun dudando si llevarlo allí o buscar otro sitio aunque fuese menos seguro. Los grandes ojos curiosos de Tai se prendaron en él y Víctor supo que irían a la guardia de esa “cosa”. No podía dejar que nada le pasara a Tai, por que para empezar el joven era una victima de toda la situación y quien le había metido en el lio había sido Víctor. También, otro motivo era el beso que habían compartido hacia unos momentos, Víctor estaba seguro de que no solo habían compartido un increíble y caliente beso sino algo mas, algo que sospechaba que era la “afinidad”, pero era tan vacilante y interrumpida que no estaba seguro de que estuviera allí. sin embargo aun así sentía que Tai era importante como amigo y Víctor no era una persona que abandonase a sus amigos.
-Tai ¿Crees que podrás mantenerte corriendo unos minutos? Ya tengo un lugar para escondernos.- pregunto Víctor mientras le arrebataba la mochila a Tai y se la colgaba el mismo, mirando a su vez con severidad al humano cuando este hizo un puchero y frunció el ceño – y no me repliques, se que eres fuerte pero yo lo soy más y con una horda de pájaros debemos preocuparnos por correr lo más rápido posible.
-Esta bien...te sigo- murmuro finalmente Tai tras unos segundos de silencio mientras hacia frente a la mirada de Víctor. Este asintió complacido y volviéndose inhalo aire y echo a correr con un lugar en mente.
La guarida de los félidos.
**********
El líder de del aviario se poso con una majestuosidad en el balcón del piso de Tai pero no necesito levantar la vista ni mirar adentro para saber que tanto Víctor como el humano ya se habían ido, un sonido de molestia surgió del halcón que extendió las alas y lanzo un chillido de llamada. No tuvo que esperar mucho hasta que un hornero * marrón claro se poso a su lado con un poco de temor, el águila real no movió la cabeza cuando comunico su misión al hornero que soltó un pequeño piar y salto hacia el vació. El líder hincho su pecho, conforme con su decisión, el hornero no llamaría la atención de los humanos que ahora pululaban por todas las calles a estas horas. Una de las cortinas añiles que cubrían la cristalera del balcón abierto se agito con la brisa tocando suavemente las plumas del águila real que se giro para ver la cortina. El color añil le recordó al color de la camiseta de Ben, un color que fue suplido rápidamente con el color rojo que había aprendido a odiar, los recuerdos volvieron a el, una vez mas.
Ben entro como una exhalación en su apartamento, tenia una gran sonrisa en su cara y barrio la sala en busca del líder, en cuando lo encontró en la cocina no dudo en saltar y abrazarlo, él le correspondió con alegría y risas preguntándose por la efusividad de Ben, pero pronto su sonrisa se desvaneció cuando vio la sangre en la camiseta azul de Ben, su favorita.
-¿Ben? ¿y esta sangre?- el susodicho no le dio mas que un vistazo y respondió con alegría.
-Nah, no te preocupes, no es mía.
-¿Que hiciste?- pregunto preocupado el líder y cuando finalmente Ben se separo y clavo su mirada en él, la primera alarma se encendió dentro de el, los ojos de Ben estaban inyectados en sangre y su boca estaba demasiado roja, con sangre seca alrededor de ella, pero fue la respuesta de Ben lo que lo asusto hasta la médula.
-Tenia que hacerlo. Ella lo quería. Por eso lo hice.”
El dolor punzo de nuevo en su corazón al recordar como Ben, su querido amigo, perdió la cordura.
Y todo por culpa de una mariposa.
El líder soltó un chillido de rabia y finalmente se lanzo al vació sin importarle que los humanos le vieran, de hecho algunos lo señalaron con asombro y admiración, algunos con miedo. Se elevo con rapidez y cuando sobrepaso los edificios altos dejo que su cuerpo planeara sobre las corrientes de aire ascendentes mientras su rabia daba paso a la melancolía y el arrepentimiento al recordar la escena que se grabo mas duramente en su mente, aun mas que la de Ben transformado.
Los geranios rosas estaban destrozados y salpicados de sangre, la mariposa se sujetaba el vientre manchado de sangre mientra escupía sangre pero aun así no se aparto del cuerpo de su pareja al que cubría con una actitud sobreprotectora, se acerco a ella con la pistola en alto pero en cuando vio en sus ojos no pudo hacerlo.
Alivio. Vio en ellos alivio. Y supo que ella deseaba tanto su muerte que el que estuviera viva era un milagro.
Eso rompió aun mas su corazón. Por que sabia que lo que mantenía viva a esa mujer era lo que la hacia desear la muerte.”
**********
-¿Donde estamos?- pregunto por primera vez Tai cuando Víctor lo llevo a un túnel oscuro que estaba seguro que llevaban a las ruinas subterráneas de la parte antigua de la ciudad.
-Cambiaformas felinos- dijo solamente Víctor y Tai iba preguntar mas cuando el cuerpo de Víctor se tenso aun mas y arrastro al pelinegro a su espalda apretándolo tan fuerte que Tai no tuvo mas opción que agarrar la chaqueta de Víctor y enterrar su rostro de lado.
-¿Que haces aquí emplumada? Este no es tu territorio- la voz, siseante, aviso a Tai de que había una persona delante de ellos y se pregunto como no lo había oído.
-Calma felino...vengo aquí desesperado, no te hagas ideas, necesito ver al león.- respondió con voz áspera el rubio, casi con repulsión.
Tai no escucho una respuesta y cuando Víctor lo atrajo a su lado agarrando con fuerza su mano no vio a nadie delante suyo.


Víctor sintió la confusión del humano y hablando en voz alta, pues no había diferencia si hablaba bajo, los felinos oían a largas distancias, respondió.
-Es un felino Tai, se mueve con sigilo dentro de las paredes y no creo que se muestre a no ser que sea necesario.
Tai rápidamente echo un vistazo a las paredes del túnel y descubrió varios agujeros donde, efectivamente, podía pasar un niño pequeño o un felino de tamaño pequeño.
-¿Entonces es un gato lo que acaba de hablar?- pregunto curioso Tai mirando fijamente a Víctor en la oscuridad, este sonrió ante las palabras de Tai y con sorna en su voz le respondió.
-¿Que dices? ¿Un gato hablando? Me parece que tienes que ir al loquero.
Tai soltó un respingo ante el ataque verbal del rubio, se llevo sus manos entrelazadas a la boca y mordió con fuerza. Víctor chillo de dolor y intento soltarse pero los dedos de Tai se aferraban con fuerza al igual que sus dientes.
Los chillidos de dolor del ave atrajeron una atención no deseada, de repente el túnel se lleno de bufidos y Tai, soltando finalmente a Víctor, vio asombrado como del fondo del túnel y de entre los boquetes de las paredes salían gatos de todos tamaños. Leopardos, linces, ocelotes e incluso gatos, que se pusieron en modo defensivo gruñendole a los intrusos.
-¡Tai! ¡mira lo que provocaste! ¡Y ese mordisco se quedara allí por lo menos unas dos horas!- exclamo enfadado Víctor agarrando con su mano buena el hombro de Tai el cual solo frunció el ceño y le respondió gritando.
-¡Para empezar fue tu culpa! ¡Y no mordí tan fuerte! ¿¡no que sanas mas rápido!?
-¡Exactamente! ¡si hubiera sido humano me habrías dejado una cicatriz de por vida!
-¡Llorica!
-¡Bruto!
Los gruñidos menguaban y algunos felinos parpadeaban con sorpresa y retrocedían al ver la viva discusión entre los jóvenes que ignoraban completamente a los grandes animales peludos.
Un alto maullido logro acabar con la discusión de Tai y Víctor que se volvieron irritados hacia el origen del maullido. La horda de gatos se separaron y tras unos momentos vacilantes se retiraron tan rápido como llegaron dejando solo a un serval * sentado. A Tai le pareció que estaba arqueando la ceja.
-Vamos parejita, sin problemas, ¿no queríais ver al líder?- la voz salido del serval y Tai reconoció la voz que había hablado con Víctor.
-Fue culpa de Tai...- murmuro muy bajito Víctor mientras volvía a agarrar la mano de Tai el cual lo fulmino con la mirada pero no dijo nada tomando en cuenta las palabras del gato.
Caminaron en silencio siguiendo al serval que ya no se ocultaba y caminaba delante de ellos balanceando perezosamente su cola. Pronto llegaron a una zona donde algo de luz se filtraba y el túnel se abría a una zona con tanta luz que Tai tuvo que entrecerrar los ojos y parpadear cuando llegaron al final, para acostumbrarse a dicha luz. Cuando lo hizo, la sorpresa y asombro se leía por toda la cara al igual que en la de Víctor.

La guarida de los felinos no era precisamente pequeña. Aunque no tenia techos mu altos pues se encontraban en el subsuelo había un montón de calles sinuosas que daban lugar a plazas hundidas donde la naturaleza había extendido su mano de forma salvaje. Pudieron vislumbrar entre las ramas de los arboles algunos felinos descansando. Las calles estaban llenas de locales y tiendas ademas de grandes carteles y farolas con potentes luces de diversos colores ,que podían competir con las calles nocturnas de Seul o Tokio, un autentico festival de colores.
Tan entretenidos en los detalles estaban que no se dieron cuenta del silencio que cubrió la zona en la que estaban, hasta que una voz rompió el silencio. Una voz que destilaba poder.
-¿A que debo vuestra visita? Tai...Víctor.
Esa era una voz que Tai conocía muy bien y la sorpresa le recorrió desde la punta de los pies hasta la cabeza cuando efectivamente vio que delante de ellos estaba el pelirrojo Skans.

El extraño, estrafalario y débil chico loco de su instituto, Skans.

3 comentarios:

  1. ME PERDÍ EN UN CAPITULO...PERO LA APARICIÓN DE SKANS ESTA WENA...Y SOBRE TODO COMO GRAN FELINO....MUY ENTRETE EL CAPITULO..AUNKE IGUAL ANDO MEDIA PERDIDA..JIJI...CARIÑOS..NOS VEMOS EN EL PROX.... A VER SI ME ENCHUFO...XAUCIN...

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    1. Lo siento ;A; debió ser extraño leer eso pues acabo de hacerlo y resulta que no guarde la revisión y lo subí sin revisar así que la ortografía era horrible ;A; de verdad lo siento..ya lo arregle.
      Y no te preocupes por perderte XD es que en este capitulo se abre muchas incógnitas que se suman a las que ya tenemos. pero el capitulo siguiente va a aclarar una muy importante ;D..una relacionada con el líder.

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  2. Wow, no me esperaba la aparición de Skans!! Muy interesante este cap.!!! Gracias por tu trabajo!!! Esperare con ansias el siguiente!!

    Besos y abrazos

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