(Crisálida) CAPITULO NUEVE: PASIÓN AGUADA

Hola caminantes! :D
Estos días estuve ocupada jajaja, la vida de un estudiante.
Pero aun así la vocación me impide alejarme mucho de una historia XD asi que robe un ratito de mi asignatura de Comunicación (que por cierto es un rollo) y escribí un nuevo capitulo de Crisálida.
Espero que les gusten!! ^w^
De nuevo gracias por los comentarios Xolis y Edmarie ^w^

Y como prometí en la anterior entrada el dibujo de Edmarie sobre Tai comiéndose las mariposas :)

CAPITULO NUEVE: PASIÓN AGUADA

Liberando la presa

La mirada de Tai, cargada de repente con un hambre sensual, calentó a Víctor desde la punta de los dedos hasta sus orejas que se ruborizaron. Tai sonrió malevolamente, metió sus manos por dentro del abrigo verde militar acariciando con sensualidad y dejando un camino de fuego en el pecho del búho que soltó un corto jadeo sintiendo como su cuerpo se sacudía de placer y sus ojos se dilataban. Deslizando el abrigo de Víctor por sus brazos inmóviles y acariciando sus hombros y cuello Tai se inclino y lamió la concha de la oreja derecha de Víctor. Este gimió y su cuerpo se sacudió nuevamente, un fuego que se avivaba en su interior a grandes pasos lo descongelo y bruscamente agarro la cintura del pelinegro apretándolo a su cuerpo mientras hundía sus dientes en el pálido cuello. El gemido de Tai fue un sordo eco de los pensamientos de Víctor, el sabor del pelinegro lo volvía loco, la saliva se formo en su boca y la lengua acompaño a los dientes haciendo un camino desde la parte sensible de piel bajo la oreja hasta la leve hendidura de la clavícula haciendo caso omiso al sonido de la tela de la camisa rasgándose. Con manos ansiosas despojo del abrigo a su compañero y gimió encantado cuando las frenéticas manos de Tai se colaron bajo el bordillo de la camiseta deslizándose con fuerza sobre su ancha espalda, pronto las mismas manos se deslizaron al frente y acariciaron con reverencia su estomago marcado, sus costados cosquillosos que estallaron en llamas, y sus pezones cobre que se endurecieron ante los suaves arañazos de Tai.

Con un suave gruñido Víctor dejo el cuello para dirigirse a los gruesos y apetecibles labios los cuales devoro sin apartar la vista de los ojos liquido de Tai quien emitía ruiditos y movía los pies con fuerza frotándolos en las pantorrillas cubiertas de tela vaquera de Víctor, encendiéndolo aun mas. Ante la insistencia de las manos de Tai el rubio separo los cuerpos, una sensación fría recorriendolos, y se saco a la velocidad d ella luz su camiseta de manga larga. Tai, para no perder tiempo se acerco al pecho de Víctor y engancho su boca en su tetilla derecha, el gemido largo y necesitado que surgió de lo profundo del pecho del búho hizo estremecerse de placer a Tai.

Víctor lanzo la camiseta lejos y volvió a abrazar las caderas de Tai obligandolo a alinearse a su cuerpo, Tai accedió gustosamente arqueando su cuerpo y rodeando la firme cadera de Víctor con sus piernas, alineando así sus pollas. Un nuevo gemido surgió de ambos y las manos prácticamente volaron sobre la piel del otro mientras sus respiraciones se entremezclaban entre besos húmedos y mordisquitos sensuales, sus entrepiernas se frotaban con ahincó sin importarles el dolor de los dientes de la cremallera deseando tomar mas del calor del otro. El liquido preseminal manchaba el frente de los pantalones y aumentaba su excitación.

Tai entrecerró sus ojos mientras un suave sonido que Víctor no pudo identificar, un cruce entre silbido y ronroneo, surgió de su garganta. El rubio olvido pronto ese extraño ruido cuando las manos de Tai se deslizaron desde su cuello y arañaron con dulzura su columna vertebral mandando chispazos de placer por todo su cuerpo. Tai no se detuvo allí sino que deslizo sus manos por debajo de la prentilla de los pantalones y tomo entre sus manos la suave y dura carne, apretándola. En este momento el saco de Víctor se apretó dolorosamente, echando la cabeza atrás el búho siseo y soltó un pequeño lloriqueo cuando Tai no le dio ni un segundo de tregua y mordió su garganta, repitiendo el mismo ruido extraño.

A partir de entonces Víctor no pudo más y dejo que sus instintos mas primarios lo controlasen, sus ojos se dilataron mas allá de lo normal y se transformaron en los de su búho, sus dedos se curvaron en largas garras y unas pequeñas y apenas perceptibles plumas blancas pequeñas surgieron en sus hombros.

Víctor empujo con fuerza a Tai, lanzandolo de espaldas sobre la mesa y cubriéndolo con su cuerpo, tras el grito seco de sorpresa Tai sonrió y se extendió sobre la misma mesa, ofreciéndose a su amante mientras lamia su labio inferior. El búho gimió y sin perder tiempo rasgo la camiseta y casi le arranca los pantalones con violencia cuando....

-¡Inundación!¡Inundación! ¡Han abierto la compuerta de la vieja presa!

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Diego se inclino aun mas sobre la barandilla de la presa mientras un par de cambia formas ave manipulaban efectivamente la rueda que abriría la compresa que retenía todo el agua de la presa. Dicha presa era un lago artificial con dos compuertas de las cuales solo se usaba una, orientada al este que desembocaba en el rio Fego. La segunda compuerta, la que las aves estaban abriendo, había dejado de utilizase desde hace años cuando numerosas inundaciones cubrían la ciudad vieja.

Ahora que sabia, gracias al hornero, que Tai y el traidor, un cambiaformas búho perteneciente a una de las ramas principales y al que francamente había cogido cariño, se encontraban en la guardia de los felinos, situada en las ruinas de la ciudad vieja justo debajo de la montaña artificial de la ciudad actual, Diego no iba a escatimar en esfuerzos para eliminarlos incluso si tenia que llevarse por delante a un par de felinos. De todas formas felinos y aves no se llevaban precisamente bien ¿no es acaso un dicho popular “el gato que se comió al canario”? Pues esta vez iban a ser las aves las que se comerían a los gatitos. Una irónica y desalmada sonrisa dividió su deformado rostro.

Unos pasos atrás la cambiaformas cuervo Yana se mantenía en silencio mientras miraba con horror las compuertas abriéndose, el agua empezaba a filtrarse con gran presión. Llevo de nuevo su mirada al líder y su corazón se apretó con pena y horror al darse cuenta de que su líder finalmente había caído en la locura. Ahora ya no era tan diferente de las mariposas las cuales mataban sin preocuparse por el ajeno, siguiendo deseos de venganza o rencor que a menudo ni siquiera existían.

Con una ultima mirada lastimera a su líder Yana se volvió, alejándose de ese lugar.

Era tiempo de acabar con eso.

**********

La voz llena de alarma se hizo eco en otras y pronto llegaron a oídos de Nino y Skans que se miraron con sorpresa y entendimiento.

-¡Son esas malditas aves! ¡Coge la “Crisálida” Skans!- exclamo con fuerza Nino mientras corría a la salida -!Reúne a los que puedas y evacualos! ¡Yo iré en busca de Tai y Víctor y los sacare!

La mirada que ambos amantes se enviaron, con promesas de vida fue la única respuesta de Nino que corrió tan rápido como sus piernas le permitían dirigiéndose hacia el cuarto donde estaban las aves, cuando se cruzaba con un felino desorientado o asustado les ordenaba con firmeza que evacuasen.

Cuando mas se acercaba a la sala el sonido del agua corriendo era mas nítido. Nino gruño mientras su corazón golpeteaba con miedo, el agua estaba demasiado cerca y el ruido eran tan ensordecedor que no podía oír ni sus propios pasos. El miedo agarroto sus músculos y sus pasos parecieron ralentizarse pero al pensar en Tai y Víctor la determinación lo recorrió y corrió aun mas rápido, cuando estaba a unos metros de la sala el agua le rozo los pies y vio a lo lejos a la pareja que corría con las manos entrelazadas, el horror y la confusión dibujadas en su rostro, el muro de agua a unos pocos pasos de ellos. Nino supo que no podrían escapar corriendo y deteniéndose corrió hacia una de las paredes y se agarro a uno de los candelabros empotrados mientras gritaba en dirección a Tai y Víctor.

-¡Solo agárrense a cualquier cosa y aguanten la respiración!

Después solo cerro los ojos rezando por que pudiera volver a ver a su pelirrojo, Si moría Skans no se lo perdonaría.

El golpe del agua fue tan doloroso que Nino considero soltarse y cubrirse su espalda adolorida pero pronto perdió el sentido mientras su brazo estaba enganchado en el candelabro. No supo cuantos minutos estuvo inconsciente pero cuando despertó flotaba sobre el agua, con esfuerzo se puso de pie y soltó un quejido mientas sentía su espalda a carne viva.

Pronto todo el dolor de su cuerpo palideció con el dolor que se oyó en la voz de Víctor.

-¡¡¡¡TAAAAAAAAAIIIIIIIIIIIIIIIII!!!