miércoles, 6 de noviembre de 2013

PREMIO CONCURSO + RELATO ¡SAL YA!

Hola Caminantes!!
Vuelvo un dia mas para traeros dos cosas:
He estado pensando mucho en el premio y he decidido incluir algo mas y sera un disco con seis extras de crisalida de las cuales dos no veran luz en este bog :3 las otras cuatro las publicare en las semanas de navidad XD
Y por ahora solo es eso, vere si puedo incluir algo mas sin arruinarme :)

La segunda cosa que os tengo es una relato corto de 10 paginas que he desempolvado y editado y que esta formado (casi) enteramente por un encuentro fogoso ;D


¡SAL YA!



Aquel apacible día de Junio fue el día de graduación del instituto privado Ryukai, y también fue el día que unió finalmente aquel amor que surgió en los cinco largos cursos de Camelot y Ankara.

Esa historia no empezó de la mejor manera:
En un armario.

******

-¿Una fiesta en el patio común de nuestro barrio? ¡Seguro que voy!- exclamo un joven recién graduado, de cabello corto, lacio y sedoso de un castaño chocolate y unos amables ojos verde esmeralda.
La chica con la que hablaba, María, una chica de pelo largo y castaño con unos bonitos ojos almendrados y su mejor amiga soltó un grito de alegría mientras subía el pulgar al grupo de chicas que se encontraba detrás del joven que le contestaron con el mismo gesto emocionadas, ¡María había conseguido que el misterioso pero amable capitán de tiro de arco acudiese a la fiesta de despedida!
La chica termino de ultimar los detalles con su gran amigo de la infancia y lo dejo marchar en dirección al dojo pues tenía que comunicar a quien cedía su puesto de capitán.
María ignoro a sus compañeras que ya fantaseaban con el ojiverde, y avanzando entre estudiantes que se despedían se plantó ante la puerta del gimnasio donde se había celebrado la ceremonia.
Sonrió, convencer a su mejor amigo no había sido difícil, conocía sus puntos débiles. Lo que más le preocupaba era el otro elemento de su maquinado plan. Justo entonces lo vio, era un chico bastante alto (1,83m), de un rubio pajizo y corto, sonreía y charlaba con sus compañeros de baloncesto mientras sus ojos miel bailoteaban sobre su piel morena.
María se quedó embobada pero se obligó a centrarse en su última travesura, la última que podría hacer a su inocente mejor amigo. Saco del bolso que llevaba un espejillo y un brillo de labios, tras retocarse exhalo profundamente y se acercó al guapo rubio, el joven la vio y sonrió saludándola.
-¡ María! ¿qué tal?-
-¡Hola chicos! Estoy perfectamente, gracias Camelot-
-Ya os tengo dicho que me llaméis Cam...-protesto desilusionado el rubio y María rió.
-Solo venia para invitaros a una fiesta que se hará en mi barrio para despedirnos, ¿os venís?-
-¿Una fiesta?..no sé..,- María vio peligrar su plan pero exhalo tranquila al ver como sus compañeros de baloncesto tras unas cuantas suplicas lo convencieron.
Cam suspiro pasándose la mano por sus lacias hebras brillantes bufo.
-Está bien, iré, ¿me das las señas María?-

********

La música atronaba en sus oídos, Cam suspiro, sabía que no había sido buena idea, las fiestas no eran lo suyo, además se sentía incómodo al ver como las chicas se lo comían con los ojos, pues vestía unos vaqueros desgastados con una camiseta sin mangas de un blanco puro y ajustada, marcando así su bien desarrollada tableta de chocolate, llevaba cadenas y pulseras, además de su anillo preferido, una serpiente que se comía la cola y que tenía entre sus garras una piedrecita esmeralda, a Cam la piedra le recordaba a un corazón, tan cerca pero sin tenerlo.
-¿ Cam, estas solo?- la voz de María lo sobresalto, la miro, estaba vestida con un vestido cortito y con escote de palabra de honor de un rojo sangre, su largo pelo negro castaño estaba recogido en una coleta y tenía dos vasos, ofreció uno de ellos a Cam que sonrió aceptando el vaso.
-Si, por eso no me gusta venir.-
-Ya veo...- murmuro María y echando una disimulada mirada a su alrededor sonrió y dio marcha a su travesura.
-¡ Venga bebe!- apremio María y Cam la obedecedio, apuro el vaso de un trago y luego suspiro de satisfacción mientras María esbozaba una maquiavélica sonrisa y decidió seguir con su plan. Fingió tropezarse y le echo su vaso encima, Cam que en el momento de suspirar había cerrado los ojos los abrió de golpe al notar como su camisa se empapaba.
-¡ Ah! ¡ lo siento!- exclamo María preocupada.
-No, no pasa nada- dijo Cam intentando tranquilizarla.
-No puedes ir así ¡ven! - dijo y le cogió la muñeca arrastrándolo sin darle opción de hablar, vio que se acercaba a un grupo, el de tiro con arco y cuando María pronuncio el nombre los sentidos de Cam se pusieron alerta.
-¡ Ankara!- grito María en dirección al grupo y su guapo mejor amigo se giró y miro perplejo a Cam que trago saliva y saludo.
-Hola Ankara-
-Hola Cam.-
-¿Puedes llevarlo a tu casa Ankara? Le tire sin querer un vaso de cerveza encima- interrumpió María, Ankara lo miro inexpresivo y dijo.
-Oh claro, adiós Susana, Fino, Tamara, Coral...-
-¡Ya, ya! ¡Vámonos!- exclamo María tirando de Ankara y arrastrando a los dos jóvenes hasta el portal del ojiverde y desde ahí hasta el tercer piso, donde vivía el joven capitán graduado, este abrió y los condujo directamente hacia su habitación. Cam miro con atención y curiosidad la casa, tenía un salón bastante grande de paredes verdes y un sofá aguamarina en forma de L, la cocina se encontraba al lado de la entrada y había un largo pasillo con cuatro puertas, todas cerradas.
Ankara los condujo hacia la última, mostrando una habitación bastante ordenada de paredes azules claro cubiertas de diversos posters, una gran cama matrimonial en el medio con sabanas azul oscuro y justo encima de ella había un gran ventanal, aparte había un escritorio abarrotado de libros y un sillón al lado de la puerta con una pequeña televisión enfrente, pero lo primero que vio fue el enorme armario de estilo gótico antiguo que debía medir un metro de ancho.
-Te ha impactado el armario ¿no? Pues esta de adorno- le dijo la aterciopelada voz de Ankara y Cam trago saliva nervioso, el chico le gustaba desde que les tocaron juntos en la misma clase hace cinco años y ahora se encontraba medio a solas con él y en su habitación, además se sentía raro, notaba mucho calor por lo que agradeció la frescura de la camiseta mojada sin embargo su calor rápidamente volvió a aumentar al notar la mirada penetrante de Ankara sobre el mientras María seguía revolviendo en los cajones del otro armario empotrado.
Así para intentar distraerse de la mirada verde intento sonrío naturalmente y exclamo.
-¿De adorno? Pues es bastante grande- mientras caminaba al armario y lo abría, Ankara se puso detrás de él y arqueo una ceja.
-Pues sí...- María miro por el rabillo del ojo como Ankara se ponía de puntillas intentando ver detrás del hombro de Cam lo mucho que este miraba dentro del armario pues era media cabeza más bajo que el rubio.
María veía perfectamente como el rostro de Cam estaba sonrojado y como se sacudía la camiseta acalorado, sonrió, la droga estaba teniendo efecto.
Se levantó y poniéndose detrás de Ankara los llamo.
-¡Ey, Ankara, Cam!- los dos se volvieron y vieron como María sonreía maliciosamente, Ankara reconoció inmediatamente esa sonrisa y tensándose exclamo.
-¡No, María!- pero fue demasiado tarde, las manos de la joven lo empujaron y choco contra el pecho de Cam que trastabillo hasta acabar chocando contra el fondo del armario adolorido y después todo fue oscuridad.
-¡Mierda!- oyó exclamar a Ankara y se dio cuenta de que el pelichocolate se encontraba entre sus brazos y se sonrojo empujándole pero este se chocó con un quejido ¿ choco? Y en este momento supo lo que había pasado.
María les había encerrado en el armario.
Y había echado la llave.
-¡L-lo siento!- exclamo Cam en la oscuridad mientras lo volvía a agarrar de la cintura, separándole unos centímetros de las puertas cerradas, Ankara no contesto y Cam se alarmo, estaba temblando.
-¿ Ankara? ¡Contéstame!- el ojiverde de repente se echó hacia delante y murmuro.
-Tengo el móvil en el bolsillo de mi pantalón pero no puedo bajar los brazos, cógelo tú- Cam jadeo y Ankara se sobresaltó.
-Ah lo siento, es que hace mucho calor- murmuro mientras bajaba la mano de su cintura al bolsillo de los ajustados vaqueros azules de donde saco el móvil y lo llevo hacia arriba sin embargo el reducido espacio le impedía sacar los brazos de debajo de los de Ankara así que haciendo acopio de valor lo abrazo con el brazo libre, atrayéndolo a su pecho y sobresaltando de nuevo a Ankara que se sonrojo, agradeció que estuviese oscuro.
-¡¿Qu-que haces?!- exclamo el capitán.
-Intento llevarme el móvil a la oreja ¿ a qué numero marco?- pregunto poniendo el móvil frente al ojiverde.
-Ve a la agenda y busca Tamara- dijo este, aun sonrojado por la cercanía del rubio, la mano que inconscientemente acariciaba el trozo de piel que su camisa mostraba lo hacía temblar de deseo.
-OK- y apoyo su barbilla en el hombro de Ankara que giro la cara conteniendo la respiración.
-¿Tamara? Sí, soy Cam, oye que a ver si puedes liberar a tu hermano y a mí, que María nos ha...encerrado...en...el armario....- a Cam le costaba más centrarse en la conversación, el cuello y el olor de Ankara lo atraía, no pudo evitar darle un leve beso en él.
-¡Ahhh! ¡¿Qué haces?!- exclamo sonrojadisimo y apenado Ankara.
-¿Qué pasa?- exclamo Tamara a través del móvil. Cam solo pudo decir antes de rendirse al deseo de probar de nuevo esa suave piel.
-Solo ven a buscarnos...- y colgó dejando caer el móvil que choco contra el suelo y se apagó, entonces bruscamente cogió la barbilla de Ankara que jadeo sorprendido y le echo la cabeza atrás mientras su otra mano se colaba bajo la negra camiseta de Ankara que gimió al contacto de ambas pieles y Cam sintió como la sangre se le bajaba, ataco con voracidad el cuello de Ankara empezando a morderlo y lamerlo.
-¡N-No! ¡Cam! ¡¿qué haces?! ¡Ahhh!- la voz de Ankara se oía tan poco conveniente mientras sus dos manos agarraban sin fuerza el brazo que había empezado a tocar sus pezones lo que hizo gemir de placer al capitán que por instinto junto sus caderas con las del rubio soltando un nuevo jadeo de sorpresa al notar el bulto que se clavaba en su trasero.
-Aaammmmmm- gimió dulcemente y Cam se separó de su cuello, girándole la cara y a unos centímetros de sus labios susurro con lujuria.
-¡Maldición!...¡ Hay que ver lo que me gustas!- y finalmente junto sus labios, Ankara había abierto los ojos rojo hasta las orejas al oír la confesión ¿¡Que!? ¿¡Él!? ¡¿Cam!?.
El beso se profundizo cuando la traviesa y lujuriosa lengua de Cam se internó en la cavidad del otro y Ankara se descubrió, sorprendido, correspondiéndole el beso ¿beso? ¡ si se estaban literalmente comiéndose las bocas! Mezclaban saliva, lenguas, mordiscos y lametones. Y lo peor, pensó Ankara, es que no podía parar, quería más.
-¡Ankara! ¡Camelot!- se oyó como se abría la puerta de casa y como Tamara entraba, Ankara tuvo en ese momento un momento de lucidez y haciendo un leve esfuerzo se separó del ojimiel y jadeo.
-¡No!- pero Cam le volvió a agarrar de la barbilla y le beso con pasión, Ankara entrecerró los ojos, abandonando toda idea de abandonar el armario pero para su buena o mala suerte su hermana había oído el dulce gemido y estaba abriendo el armario.
-¡Ankara,Camelot! ¡¿Qué...?!- se detuvo a mitad de la frase cuando abrió el armario y observo la escena.
Cam, sabiendo que el momento final había llegado, apuro los últimos segundos de oxígeno y luego ambos se separaron con un jadeo, Ankara se recostó jadeante y con los ojos cerrados en el hombro de Cam que miro fijamente a la hermana de su chico y esta solo necesito eso.
-E-esto, mejor me voy..- y se fue.
Cam no se movió ni un milímetro mientras Ankara jadeaba en su hombro erizando el cuello del rubio y cuando la puerta de la casa se cerró, Cam se movió con violencia y empujo a Ankara que trastabillo hasta caer encima de la cama, nada más sacar la cara de entre las almohadas sintió como las cálidas manos del rubio le quitaban violentamente la camisa.
Ankara palideció y giro su cuerpo intentando tirar al rubio.
-¡No!- pero de nuevo los insaciables labios de Cam lo silenciaron con un beso fogoso mientras una de las manos del rubio apresaba las del pelichocolate por encima de su cabeza y esos mismos labios descendían de nuevo a su cuello puesto que el rubio había descubierto que era una zona bastante sensible.
Ankara pataleaba sin éxito pues Cam era más alto y fuerte; y sus protestas fueron perdiéndose entre gemidos.
Cam sonrió contra la piel de su amante y bajo repartiendo besos y mordiscos hasta llegar a un sonrosado botoncito rosa, el rubio se lamió los labios y sin hacer caso omiso de las maldiciones que soltaba Ankara empezó a lamerle los pezones, durante cinco minutos se dedicó a morder, lamer y succionar las tetillas mientras el cuerpo de Ankara se calentaba aún más y empezaba abandonar toda resistencia.
Cuando Cam noto que las manos del capitán no forcejeaban le soltó y poniéndose a su altura esbozo una media sonrisa mientras murmuraba muy cerca de sus labios.
-Buen chico...- y lo beso, pero esta vez delicadamente y con ternura, después volvió a su tarea anterior, acompañada de las manos del rubio que acariciaban la cintura de Ankara hasta que finalmente una mano se decidió a quitarle los pantalones y boxers, Ankara se sonrojo aún más, estaba completamente desnudo y rendido ante Cam.
Las manos del rubio no dejaron ni un trozo de piel sin acariciar, el cuerpo de Ankara vibraba bajo esas expertas manos y su boca no se quedaba atrás, sin perder el tiempo la boca de Cam recorrió su torso, saboreándolo, jugando con el ombligo y sin detener su fogoso avance lamió toda la extensidad del capitán que jadeó encantado.
-Ahhhhhh...- Cam suspiró encantado y siguió saboreando el pene de Ankara que se retorcía sin poder acallar sus gemidos, justo cuando Cam pareció parar y Ankara pudo respirar otro grito de puro placer salió de su garganta y las lágrimas surcaron el rostro sonrojado de placer pues Cam se había metido el miembro en la boca y con un suave vaivén lo estaba volviendo loco, sin evitarlo enredo sus blancas manos en el sedoso cabello rubio acariciándolo tiernamente mientras descargas eléctricas recorrían todo su cuerpo, de repente Cam le mordió suavemente lo que hizo que Ankara levantase su cadera de puro placer y se corriese mustiando un único nombre.
-¡ Cam!- el aludido tragó toda la esencia de su hermoso chico y volviendo a su altura ataco vorazmente la boca del otro.
Cam se separó del moreno y se quitó con rapidez la camisa y los pantalones, Ankara jadeo desde la cama y supo que si no lo hacía se iba a arrepentir, Cam se acercó con lujuria y se posicionó encima del capitán lentamente hasta que de repente unos delgados y blancos brazos le rodearon con fuerza el cuello y la ansiosa boca del capitán chocaba contra la de un sorprendido rubio, devorándola.
Tal era la sorpresa del rubio por la fogosidad del castaño que no se dio cuenta de que se habían intercambiado las posiciones y que ahora se encontraba bajo Ankara que estaba sentado en su vientre y mirándolo con provocación mientras le repartía caricias y besos sobre el pecho, Cam sonrió y decidió dejarle unos minutos de libertad, empezó a maravillarse de sus largas y torneadas piernas mientras las acariciaba sin pudor, Cam se sentía tan bien con estas húmedas caricias sobre el pecho hasta que un gemido ronco salió de su garganta y miro con sorpresa a Ankara que lo miraba como un felino lamiéndose los labios mientras frotaba su terso traserito contra el miembro del rubio.
Este decidió que los juegos se habían terminado, esa carita y esa acción tan pervertida acabarían con él en pocos segundos, así que recuperando el mando en la relación, cogió del brazo al moreno e intercambio las posiciones de nuevo pero esta vez bocabajo y la mano derecha entrelazada con la mano derecha del moreno bajo el pecho del ojiverde mientras Cam intentaba no aplastar al frágil capitán apoyándose en las rodillas.
Se acercó a su oído y antes de darle un lametón que estremeció al moreno susurro roncamente.
-Mal chico, a mí no se me doma...- Ankara jadeo encantado hasta que de repente los largos dedos de Cam acariciaron los labios del moreno metiéndole tres en la boca, Ankara, sabiendo el objetivo de esos dedos se dedicó a adorarlos, los chupo y lamió como si fuera su última comida, Cam embriagado volvió a besarle el cuello, ya lleno de marcas rojizas.
Finalmente retiro los dedos de la boca del capitán que soltó u quejido y los llevo hasta la entrada de Ankara acariciándola con lujuria hasta finalmente meter un dedo.
-¡Ah!- grito de dolor Ankara y unas pequeñas lagrimas salieron de su rostro, Cam soltó su cuello sorprendido y apretando aún más la mano entrelazada susurro en el oído de Ankara que había hundido el rostro avergonzado en la almohada.
-¿Ankara?- el aludido solo hundió la cara aún más.
Cam saco el dedo creando un espasmo de dolor en el cuerpo del moreno y con la mano ya libre le acaricio el pelo y volvió a susurrar, tiernamente, tenía una ligera idea de lo que le sucedía a su chico pero tenía que confirmarlo, oírlo de sus labios.
-Cariño mírame, mírame amor mío…-pero A Ankara no le contesto así que Cam siguió.
-Dime ¿ eres virgen?- Ankara jadeo pero al notar el aliento de Cam en su nuca finalmente se rindió y sonrojadisimo musito.
-Sí…- Cam soltó una risita encantado ¡Era el primero!. Ankara se sonrojo apenado.
-¿D-de que te ríes?- Cam lamio su mejilla saboreando las saladas lágrimas y explico antes de besarle en la mejilla.
-Estoy tan contento pero debiste habérmelo dicho antes…no quiero lastimarte precioso- Sus labios empezaron a besarle la espalda y finalmente la mano derecha de Cam soltó la de Ankara que se sujetó fuertemente en las sabanas azul oscuro, la mano de Cam paso por las blancas piernas mientras aun besaba la espalda del ojiverde hasta llegar al trasero al que le dio una leve mordida.
-ommm….ammmm…ah…- los gemidos de Ankara aumentaban de volumen atravesando las paredes y el silencio de la casa y aumentaron aún más cuando una húmeda lengua empezó a tantear la entrada del castaño hasta finalmente internarse en ella, Ankara gimió, no de dolor, sino de placer, notaba como la lengua salía y entraba, tan embriagado estaba que no se dio cuenta del dedo que Cam había metido, acompañando a la lengua, solo cuando esta se retiró siendo sustituida por un segundo dedo soltó un quejido de dolor, sin embargo Cam no paro y los movió en círculos y tijera consiguiendo que los gemidos del castaño volvieran. Cam volvió a posicionarse encima del cuerpo que se convulsionaba de placer y metió un tercer dedo, el castaño apenas se quejó, es más, empezó a gemir el nombre del rubio.
-¡Cam!...¡ah!¡ah!¡Cammmm!¡ah!¡oh!¡sííííííííí!- Cam jadeo y levantando las caderas de Ankara con un brazo jadeo en su oído.
-Lo siento…no puedo esperar más- y retiro los tres dedos para con esos mismos dedos embadurnados lubricar su pene y ponerlo en la entrada, Ankara al notar como el glande se frotaba contra su entrada cerro los ojos y Cam no pudo más, metió la punta sacando un grito de dolor del ojiverde mientras el jadeo de placer ¡qué entrada tan estrecha! Sin evitarlo siguió metiendo más el miembro mientas susurraba palabras dulces en el oído de Ankara que volvía a llorar y apretaba con fuerza los dientes del dolor, cuando todo el miembro estuvo dentro Cam se detuvo a duras penas pues la opresión y el calor de la entrada de Ankara lo volvía loco, pero debía esperar a que el ojiverde se acostumbrase a la invasión. Ankara respiraba entrecortadamente, el trasero le dolía un montón pero en el momento en que Cam paro, el dolor fue disminuyendo con un palpitar y tras un rato lo único que notaba era una gran sensación placentera e inconscientemente movió las caderas.
Cam jadeo al notar el movimiento, con una sonrisa pícara mordió el lóbulo de la oreja del castaño y comenzó con un leve vaivén que rápidamente arranco sonoros gemidos de Ankara y en menor medida de Cam. Entonces el ojiverde echo la cabeza atrás y mordiendo lascivamente la oreja del rubio gimió descontroladamente.
-¡ahhhh!¡más!¡más!¡ah!¡ah!¡síííí!¡más!¡más, Cam!- el rubio perdió todo sentido común y las embestidas se hicieron más profundas y rápidas hasta que finalmente tocaron ese punto que Ankara se arqueo de puro placer y soltó un grito.
-¡AHHHHHHH!-
Cam le lamio el cuello y Ankara siguió gritando y retorciendo un rato más mientras las certeras estocadas daban a ese punto, Ankara con un débil gemido ronco musito.
-¡N-no puedo más!- y se corrió encima de las azules sabanas, Cam al notar como las paredes de la entrada de Ankara se contraían lanzo una última estocada y con un gemido ronco se corrió abundamente en el interior de Ankara. Ambos se desplomaron agotados, Cam salió del castaño y se recostó a su lado, sin perder el tiempo atrajo violentamente el delgado cuerpo del capitán y lo abrazo enredando sus piernas y acariciando tiernamente su espalda.
Ankara sonrió feliz y correspondió tímidamente al abrazo y busco por última vez esos suaves labios del rubio, sus lenguas se frotaron perezosamente, cuando se separaron Ankara no pudo evitar mirar fijamente a esos obres miel que lo tenían hechizado y murmuro con todo su amor.
-Te amo…- Cam abrió los ojos de la sorpresa y tras un rato lo abrazo con dulzura y con sus labios rozando los de Ankara susurro.
-Yo también te amo…- se besaron tiernamente.
Finalmente notando el rítmico movimiento de las manos de Cam en su espalda, Ankara se durmió seguido del rubio.

************

-¡María!- la joven se volvió extrañada de oír en el tono de su amigo un toque de alegría y se encontró sorprendida a su amigo con la mano entrelazada con la de Cam.
-María, ¿Cómo sabias que me gustaba Ankara?- exclamo Cam abrazando a su nuevo novio, María los miro comprendiendo y sonrió resignada mientras miraba a su suertudo mejor amigo.

Su travesura había salido completamente mal.

4 comentarios:

  1. Hola, muchas gracias por el relato, me gusto mucho,besosssssssssssss.

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  2. incendiante...nada mas que eso...cariños....

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  3. caaaaaaaalieeeeeeeennnnnnnntttteeeeeeeeeeeeeee

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  4. muy bueno, felicidades por tu pagina, y por todas las historias que creas, son muy interesantes, esperando con ansias otro capitulo de crisálida ojala salga ya siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

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