sábado, 28 de junio de 2014

CAPITULO TRES DE -SILABA-

¡¡Hola caminantes!!

Como os prometí, aquí tenéis el tercer capitulo de -Silaba- :D

Y la verdad espero poder actualizar aun mas seguido, pero con la familia nunca se sabe XDD (ayer volví a casa por las vacaciones de verano)

Siempre me salen con cualquier plan, desde un pequeño "paseo" que se convierte en una caminata hasta la montaña vecina al turno de mi familia para el bar del pueblo ( el bar lo llevamos todos los del pueblo y cada semana le toca a cada casa encargarse del bar)

...es impredecible :P pero quiero y intentare actualizar mas seguido a ver si logro terminar Silaba este verano :3

Espero lo disfruteis :)


CAPITULO TRES:
Cuando a Ciel lo empujaron de la nave y Owen salto detrás de él sin vacilación







Ciel alzo la ceja extrañado cuando en vez de gritar y acusarlo Owen solamente suspiro resignado, dejando caer los hombros y la cabeza como si un peso se hubiera instalado en ellos.

-¿Y como aprendiste a luchar?

La pregunta de Owen, ya desprovista de este tono tenso y desconfiado que había en las anteriores palabras, le hizo entrecerrar los ojos y meditar su respuesta. Owen lo miraba relajado pero con un claro indicio de que esperaba su respuesta. El comedor, con las mesas y sillas volcadas, se le hizo al escriba mas alargada de lo que era, alejándolo de Owen quien sin embargo estaba conectado a él a través de sus fijos y interrogadores ojos. Ciel cerro los ojos y dibujo en su mente la imagen del piloto: alto, de brazos y piernas largas, los primeros cruzados sobre su pecho y los segundos levemente separados dándole una postura solida y activa. Su cabello era negro como el alquitrán y su largo flequillo estaba echado hacia atrás y tras sus orejas, y lo que hacia vacilar a Ciel de mentir a Owen eran sus profundos ojos azul turquesa. Parecían brillar cada vez que decía la verdad y se esombrecian cuando sus palabras rozaban la mentira.

Abrió los ojos y dijo, algo reticente.

-Yo viví en una zona de guerra de los dragones. Aprendí a luchar para sobrevivir y después el capitán Hubbs completo mi formación. -

No dijo nada más.

Demasiado cerca de su verdadera identidad.

El brillo en los ojos turquesa hizo sonreír levemente al escriba, realmente brillaban, pensó.

-Pues eres malditamente bueno- replico con algo de humor Owen -tan bueno como uno de esos caballeros que tienen los humanos.

Ciel rió animado, la oscura nube de sus pensamientos desapareciendo, Owen era cauteloso con él, eso lo podía ver, pero aun confiaba en él...no...tenia fe en él.

La puerta, ya resquebrada debido al portazo de Owen, se quebró por completo ante el sonoro portazo de Sumka el cual sobresalto a Ciel al punto de resbalarse del borde de la mesa y caer de culo en el suelo.

-¿Esta bien el rehén?¿hay que llevarlo a la enfermería?¿debería romperle un par de huesos mas a ese malnacido?

Sumka estaba en el umbral con el cuerpo tenso, las mejillas enrojecidas y Laem agarrándole el abrigo.

-¡A quién hay que mandar a la enfermería es a Shelby! ¡casi lo matas!- exclamo imperioso Laem tras un rápido vistazo a Ciel quien le saludo con una sonrisa burlona.

-Yo no seré quien lo lleve ahí.- respondió tozudamente Sumka.

La rápida respuesta de Owen llego incluso antes de que la mirada de Laem se posara en él.

-Yo tampoco.

Laem suspiro y se pregunto, no por primera vez, si en esta nave había mas gente normal aparte del enfermero, uno de los técnicos del puente y algunos trabajadores de servicios.

-Yo lo llevaría si supiera donde esta la enfermería y de paso le explotaría uno de sus testículos- la respuesta burlona de Ciel saco un nuevo suspiro del técnico ¡hasta los invitados de la nave eran raritos a no más poder!

-No estas herido.- exclamo de repente Sumka, el aire cargándose.

La observación de Sumka le pareció innecesaria, era evidente que no estaba herido, al fin y al cabo era un soldado ¿no?

-¿Por qué no estas herido? ¿realmente eres un aprendiz de escriba?

¿Aprendiz de escriba? ¿de qué demonios hablaba su pareja?

Dando un paso Laem se dirigió a su capitán con la duda en su voz.

-Capitán...¿qué esta diciendo?...es evidente que es un soldado – entonces se dirigió hacia Ciel quien se había acomodado en su posición en el suelo, cruzando las rodillas y poniendo las palmas de la mano en la cara interior del muslo -...¿no?...Ciel...- Su voz perdía potencia al mismo tiempo que la sonrisa de Ciel se ensanchaba. Pero no era su sonrisa lo que le hizo perder la voz, era ese gesto de las manos lo que había atraído su atención, y a partir de este gesto Laem recayó en otros aspectos que había dejado pasar cuando pensó en Ciel como un soldado.

Esa forma de proteger las manos dentro del muslo era algo típico en alguien quien vivía de ellas, también su ropa, aunque era oscura había podido vislumbrar manchas de tinta en los puños...y aquel estilo de lucha...el la conocía, la había visto una vez, cuando tuvo que acompañar a uno de los soldados de la nave a reparar uno de los camiones que trasportaban los víveres a la nave y vió, mientras cruzaba el pueblo donde estaba el camión, a un par de chiquillos luchando, con un raro estilo, por un trozo de pan que estaba visiblemente enmohecido.

Laem recordó como el soldado que le acompaño le dijo, con voz aburrida “ es un estilo único de la guardia de la realeza de Derlians...bueno, fue, ahora solo la usan los niños callejeros y los mendigos de Derlians”

¿Podría ser...? ¿Acaso Ciel era un escriba...de Derlians? el solo pensamiento mareo a Laem.

Mientras tanto Ciel había sonreído y respondió con ese típico tono burlón.

-Soy un soldado....pero no soy como los demás – ante la fuerte sospecha que emanaban los dragones Ciel sonrió compungido y probo de nuevo – soy...digamos...un soldado sabio. Tengo conocimientos que los dragones no saben.

-¿Qué conocimientos? - pregunto Sumka con tanta rapidez como si fuera un látigo, tomando desprevenido a Cien quien abrió y cero la boca antes de contestar, bajando la mirada.

-Conocimientos que no puedo desvelar.

El silencio que sobrevino a aquellas palabras fue demasiado para Laem que abrió la boca, pero quien rompió el silencio fue Owen, que se había acercado a la posición de Ciel.

-Sabes que algún día nos lo tendrás que contar ¿no?

Ciel abrió los ojos sorprendido por las palabras pero rápidamente sonrió y asintió.

-Cuando ese día llegue os lo contare todo. Lo prometo.

La postura de Sumka se relajo y una leve sonrisa surgió en su rostro serio. Al ver eso Laem también sonrió aliviado y toda la tensión se desvaneció de un plumazo.

De repente Ciel echo la cabeza atrás y rio.

-¡Por dios! ¡Estaba tan nervioso que no notaba que me dolía todo el cuerpo por los golpes de este malnacido.

Owen se rio con él. Y ahí Laem arqueo una ceja curioso ¿Owen riéndose? ¿y tan fácilmente? Eso era novedoso. Miro a su pareja y este le devolvió la mirada con un gesto que le indicaba que había pensado lo mismo que él. Skans negó divertido cuando noto que el escriba y el piloto no habían captado el gesto. Tosió para atrapar la atención y una vez obtenida, se enderezo y cruzando las manos a su espalda proclamo.

-Ciel, como habrás visto en tu corta permanencia, no te vamos a tratar como un prisionero, sin embargo, tampoco eres un invitado. - una de las esquinas de su boca se levanto levemente cuando vio el puchero de Ciel – trabajaras en la nave ayudando a su funcionamiento.

Aquello pareció preocupar al escriba que se levanto al momento que preguntaba dudoso.

-¿En la nave? ¿y qué quieres que haga?

-Por el momento, todo. Quiero que trabajes cada día en un lugar diferente para ver donde puedes ser mas útil. Mañana empezaras en la sala del motor. No puedo permitir que trabajes cerca de las compuertas o fuera sin un arnés.

Laem se cruzo de brazos divertido mientras veía como, por primera vez desde que llego, Ciel no tenia ninguna baza o palabra para esta situación. El escriba realmente no se había imaginado que iba a tener que trabajar...¡y en todo! El técnico tomo la palabra y le dijo.

-Mañana pasare a recogerte y antes de ir a la sala del motor te llevare con Locke para que te tome las medidas y consigas un arnés ¿sí? -

Ciel suspiro y ladeando la cabeza respondió con desgano.

-Si....


**********


-Oye ¡tú!

Ciel torció la boca en un gesto de rabia pero se volvió con una sonrisa.

-¿Sí?

-Lleva eso al pasillo.

Una vez el técnico de mantenimiento se fue Ciel gruño con ganas, su día estaba yendo francamente mal y decididamente no iba a trabajar allí mas de un día. Si Sumka lo destinaba allá se encargaría de hacerle lamentar tal decisión.

Todo había comenzado desde el momento en que se levanto de aquella incomoda cama que le habían dado provisionalmente. Laem fue a recogerle pero debido a su propio horario lo estuvo arrastrando por la nave hasta el comedor y luego al curtidor para que le tomase las medidas. No tuvo tiempo ni de hablar con él pues Laem lo arrastro corriendo a la sala del motor y lo abandono allí a cargo de los técnicos quienes lo miraron mal y desde entonces la cosa fue a mal, le mandaban tareas mas allá de sus capacidades o tareas ridículas, no lo llamaban por su nombre y no disimulaban sus miradas (y acciones) de desagrado.

Agarro la caja que el técnico le dijo que sacara y tambaleándose bajo su peso salio de la sala. Nada más poner los pies en el pasillo supo lo que iba a suceder. La caja era lo suficientemente grande como para taparle la vista y una fresca y casi violenta corriente lo arrastraba por su derecha, justo donde había una compuerta. Pero para entonces era demasiado tarde.

El empujón vino de mas de un par de manos, la caja se resbalo de sus manos pero a Ciel no le importo, sus manos estaban mas concentradas en buscar un punto de agarre mientras que, con la caja fuera del camino, pudo ver, sin ningún obstáculo, la enorme explanada del bosque cuyos arboles parecían meros palillos desde esta altura.

Su corazón empezó a latir con fuerza, su sangre bombeando en sus oídos, sus brazos agarrotándose por el miedo que también estrangulo su garganta. No fue hasta que finalmente el duro golpe del aire y la visión del caminante por encima de él que Ciel pudo gritar de pavor.

¡Se estaba precipitando desde una altura de mas de 350 m!

Su cuerpo giro en el aire y sintió como el brazo izquierdo le ardía cuando en una de las vueltas la fuerza del aire le retorció el brazo de forma dolorosa.

-¡¡Ciel!!

El grito le pareció una ilusión. Como también la figura que descendía como una flecha hacia él. Rondaban los 143 m cuando finalmente se convenció de que aquellos ojos turquesas eran reales, aquellos brazos que lo envolvieron eran de Owen y aquel “tranquilo” que oyó por encima del rugido del viento era tan real como que Owen había saltado tras él.

Su vista se emborrono y justo antes de desmayarse sintió como la fuerza del aire se detenía y flotaban.

Owen miro a su desmayada carga mientras recuperaba altura con sus alas desplegadas. Lo que había hecho era muy arriesgado, nadie sabia que los dragones no eran solo por nombre y así debía continuar, para su supervivencia. Sin embargo no lo había pensado, en cuando vio como empujaban a Ciel por la compuerta del Kor no lo pensó mucho y se tiro tras él.

Su mirada turquesa se centro en la compuerta abierta, dando gracias a que se le había ocurrido ir a visitar al castaño en estos momentos. Vio en ella a los tres técnicos que habían planeado aquel asesinato. Sus ojos empezaron a brillar, se oyeron gritos y las caras de los técnicos desaparecieron en el interior de los pasillos.


Pero esta vez Owen no iba a esperar a que Sumka los capturase.

6 comentarios:

  1. kayku...HACEDLOS MIERDA!!!!!!!!!!!!......sorry...pero muy buen capítulo..espero el próximo con harto dolor para ellos..plis...besos.

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  2. Kayku, Súper-mega capitulo, espero que Owen se desquite... Síííí!!!! con esos desgraciados xexexe y maravillosa historia, estaré esperando con muchas ganas el próximo capi, saludos y buen fin!!!

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  3. Hola!!!! Gracias por el capi......lastima q no me puedo meter a tu imaginacion pa darle unos cancos a los tipos q empujaron a Ciel jejejeje....ay te vengas por mi,pero q les duela heeee!!! Gracias saludos Magu ;-)

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  4. Gracias por el nuevo capitulo ha estado genial, estoy deseando seguir leyendo la historia cuanto antes porfi

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  5. Oh esta super emocionante la historia pobres los que hicieron la pequeña travesura va a correr sangre!!!. Esperaren con ansias el Proximo Cap

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  6. Gracias, se ve muuuy interesante, esperare el siguiente capítulo.

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