CAPITULO OCHO : AMANTE DE LOS ANIMALES

Hola caminantes!! :D

Supongo que la mayoría hubieran deseado un capitulo de Crisálida pero...resulta que también tengo otra historia XD así que aquí tenéis nuevo capitulo de PARADISE AND HELL y posiblemente este finde tendréis el capitulo trece de Crisálida....o quizás mañana ;D

En este capitulo hay un nuevo personaje que pondrá en aprietos a uno de los que ya conocemos ¿Podríais adivinar de quien hablo?;D

Por cierto, ya recibí las dos primeras portadas ( maravillosas *w*) para el concurso, así que aprovecho para recordarles que tienen hasta el día 30, por favor anímense :D

Sin mas, el capitulo!!

CAPITULO OCHO: AMANTE DE LOS ANIMALES

El cerdo resoplo haciendo sonar de esta forma el cencerro que tenia atado al cuello. Ante el sonido el joven se volvió y sonrió mientras acariciaba al gato que ronroneaba en sus manos. Iba a ignorar al puerco cuando este hizo de nuevo el sonido y a este lo acompaño los dos loros y la cacatúa que se apiñaban en una jaula, mirando con sus grandes ojos al joven veterinario.

-¡Hola! ¡Hola!- grazno uno de los loros bateando sus alas y eso pareció bastar para que todos los animales de la base enloquecieran. Los gatos empezaron a maullar, Tama, el perro del veterinario corrió ladrando hacia las pajareras donde los loros, la cacatúa, las palomas, la golondrina y los periquitos empezaron a cantar armando un alboroto, despertando a las ardillas y el hurón que empezaron a corretear por todas sus jaulas poniendo nerviosos a los peces de la pecera adjunta. Las gallinas y los pollos cloquearon nerviosos y en la piara los puerquitos acompañaban a su madre que aun resoplaba haciendo sonar el cencerro.

El joven lanzo una mirada al caos, sonrió y dejando libre al gato que luchaba por liberarse, dijo con una sonrisa divertida.

-Parece que mi hermano ya llego.

**********

Nadie decía nada pero la pregunta estaba en el aire.

Rubén había conducido rápidamente, sabiendo el camino mejor que el nombre de su madre y no desacelero hasta llegar a la base en isla Enero, a una velocidad que impidió a los acompañantes del renegado observar los alrededores vislumbrando solo un gran desierto de arena amarilla para luego encontrarse en un bunker lleno de aviones a medio montar. Después de eso se hizo el silencio. Seth y Jack compartieron una mirada dubitativa, hasta que Alan les propino un duro codazo mirándolos con fiereza. Tras un suspiro el científico empezó a explicar.

-Mikaya es uno de los “imperfectos” pero de algún modo no culpa a la FEAR de su mutación, sino a nosotros.

-Le modificaron la mente- replico cortante Seth cuando Nirva iba a abrir la boca con una cara de incredulidad – aunque es verdad que todos sufrimos mutaciones tanto físicas como emocionales con Mikaya fueron mas lejos, buscaron no solo dotar a su mente de poderes sino que la enlazaron a la de las mentes ocultas detrás del experimento para poder manejar la mente de Mikaya a su antojo.

-Le lavaron el cerebro.

El silencio sepulcral regreso tras las palabras de Alan quien frunció el ceño apretándose contra Jack buscando comodidad.

-Y no había vuelta atrás para ella así que....

-La abandonamos- Termino cortante Seth que hundió su rostro en el hueco del brazo de Lucern.

-Si- murmuro pálido Jack, haciendo que Nirva se removiera incomodo deseando consolar al científico- así es, la abandonamos en aquel laboratorio de pesadilla.

**********

Llego al hangar donde había aterrizado el avión de su hermano, un muy mimado caza sibaru, y vio como unos nerviosos soldados se agolpaban a su alrededor. Se acerco y pronto llamo su atención debido a su vestimenta blanca de veterinario y la serpiente roja enroscada en su cuello.

-Señor Alejandro....- murmuro uno de los soldados acercándose a grandes zancadas. El joven sonrió y le pregunto.

-¿Mi hermano no sale?

El soldado asintió y murmurando bajo mientras se lamia los labios dijo.

-Y no esta solo señor, le acompañan siete personas mas.

-Hmmmm- la mirada de Alejandro se paseo por el avión- Están bajando.

El soldado giro bruscamente la cabeza y efectivamente el líder de los renegados bajaba con una gran sonrisa y detrás de el le seguían una comitiva extraña. El aura de los generales se noto de inmediato y el hangar se revolvió con miedo y confusión, algunos soldados llevando su mano a las armas.

Rubén, que había prevenido eso levanto las manos, el alboroto ceso de inmediato y todas las miradas se centraron en el líder. Rubén sonrió de lado sin poder evitarlo, bajando los brazos grito para que se le oyera incluso en el pasillo que conducía al hangar.

-¡Ellos son renegados! ¡Aliados!

Tras unos minutos de silencio el grito de victoria y alegría supero el de Rubén que sonrió encantado mientras sus acompañantes no podían evitar sonreír, contagiados de la efusividad de la pequeña multitud.

Rubén se giro, sus ojos verde chispeando haciendo que un escalofrió placentero recorriese la espina dorsal de Adam que de forma involuntaria se medio oculto tras su hermanastro.

-Vamos, hay una persona que quiero presentares- Exclamo alegre Rubén sabiendo que su hermano pequeño habría salido a recibirlo. Si el movimiento excesivo de los guardas no lo había puesto sobre aviso sus animales seguro que lo habían hecho.

Volviéndose a los soldados grito de nuevo.

-¡Todos! ¡Vuelvan a sus tareas, menos Ryuuta, Mija y Alejandro!...¡Vamos! ¡Vamos!- exclamo aplaudiendo cuando vio como la mayoría hacia ruidos de protesta. En unos segundos el hangar se vació a excepción de tres personas. Rubén se acerco inmediatamente al que estaba mas cerca y lo atrapo en un abrazo de oso.

-¡Alejandro!

Esta acción erizo de sobremanera al capitán pelirrojo que no pudo reprimir un gruñido. Sorprendentemente dicho gruñido fue acompañado por otro de la persona mas inusual. Alan.

-¿Alan?- pregunto sorprendido Jack mirando a su amigo el cual miraba con el ceño fruncido y un brillo amarillo en sus ojos oscuros a Alejandro. Tan concentrado en el veterinario estaba que sus defensas mentales se derrumbaron y los pensamientos de Alan fueron tan trasparentes para Seth que este no pudo evitar verlos. Lo que vio allí lo hizo parpadear sorprendido para luego, sorprendiendo a todos que se alejaron unos pasos del pelinegro a excepción de Lucern que permaneció a su lado con expresión preocupada, se echo a reír.

Alan salio de su ensimismamiento y miro confundido al arma biológica, pronto se dio cuenta del motivo y un sonrojo lleno sus mejillas.

-¿Alan?

La pregunta vacilante puso alerta todos los sentidos del “imperfecto” que lentamente se volvió hacia el origen de la voz, encontrándose a unos metros de un joven de piel morena, cabello castaño chocolate con el flequillo recto y ojos verde oscuro que conocía muy bien. Trago saliva nervioso y con voz ronca pronuncio ese nombre que había decidido abandonar.

-Eh...Jandro.

Detrás de Alejandro un muy confundido Rubén dio un paso y pregunto.

-¿Que diablos pasa aquí? ¿Alejandro?

Al no obtener respuesta de ambos jóvenes que se seguían mirando, Alejandro con un brillo de entusiasmo y anhelo en sus ojos y Alan con timidez y algo de miedo, Jack intento dirigirse al “imperfecto”

-¿Alan? ¿Quien es ese chico?

Sorprendentemente fue Seth quien respondió.

-Este, Jack – exclamo alegre con una sonrisa picara- es el prometido de Alan.